Lito llega a su casa como cada día, decidido a dedicarle la tarde al ocio. Sin embargo, esta vez su sesión de Playstation se ve interrumpida por un violento acceso de tos, rápidamente acompañado de vómitos y espasmos. Mientras mira todo con sus apáticos ojos de costumbre, se entera que la ciudad está siendo presa de una terrible plaga. Y sabe que él no puede hacer nada. Como de costumbre.