En 1971, el artista gráfico y publicitario
Juan Fresán se propuso llevar al cine la increíble historia de Orélie Antoine de Tounens, el delirante francés que 100 años antes se había autoproclamado "Rey de la Patagonia y Araucanía", con constitución, moneda y ministros propios. La película, que llevaba por título
La Nueva Francia, quedó inconclusa, primero por falta de fondos y luego porque su autor debió exiliarse en Venezuela. Si a muchos la historia hoy les resulta conocida, eso se debe a que en los '80
Carlos Sorín realizó
La película del Rey, inspirado en aquel frustrado rodaje, en el que había trabajado como director de fotografía. En 2004,
Fresán se contactó con
Fresán falleció en julio de ese mismo año, pero