Tommy es un niño de 12 años que tiene dos mascotas de lo más simpáticas: Aquiles, el guacamayo, y Watson, su fiel perro que es capaz de dar la vida por su pequeño amo. Ambos compañeros lo ayudan a transitar por una compleja situación familiar: de padres separados, Tommy vive con su madre. Tiene una relación muy afectuosa y de comprensión mutua con ella; el conflicto es con su padre quien, por ser un obsesivo en su trabajo como gerente en una compañía de seguros, descuida la relación con su hijo a quien dedica poco tiempo.