Texto del catálogo del BAFICI
Regocijante como un gol agónico –o una atajada monumental– en un triunfo soñado, Último recurso es una prueba. O una película que prueba cosas. Una es que el cine argentino sigue siendo un territorio fértil. Otra es que un director inquieto, precoz y casi hiperactivo como Matías Szulanksi –este es su décimo largometraje en siete años de carrera como director y en 31 años de vida– ha dado el gran salto. Otra más es que ¡sí! se puede narrar a velocidad y llenar una investigación periodístico-deportiva de chistes, de sorpresas y más sorpresas y hasta de cinefilia, con momentos que quedarán en la memoria de cada espectador agradecido. Por su parte, el dúo actoral de María Villar y Tamara Leschner prueba la existencia de Dios, o al menos de personajes creados como los dioses.
─Javier Porta Fouz