Tres amigos, a los que luego se
les sumará el cuarto, Pimpi, activista de la
juventud peronista, llegan a Mar de Ajó para
alquilar un local por tres veranos para convertirlo
en discoteca. Sus vidas transcurren en medio de la
agitación política de principios de los setenta y
veinte años después surgen los recuerdos de lo que
vivieron junto a otras personas.