Palabras de Eugenia Bekeris

“Soy Eugenia Bekeris, artista visual, segunda generación descendiente de la Shoá. Mi obra es testimonial, recuperando el lenguaje a través de la acción del arte para reconstruir mi identidad. Abordo lo irrepresentable lo inimaginable: el silencio, instalado por el horror en mi familia atravesada por el genocidio nazi. Trabajo desde el arte la memoria de las catástrofes. Entrecruzo dos lugares de tiempos y memoria: Shoá y la dictadura militar. He creado espacios de reflexión interdisciplinarios como estrategia de aprendizaje y transmisión.

He retratado a sobrevivientes de la Shoá y sus hijos, que viven actualmente en Buenos Aires, a familiares y víctimas de la desaparición forzada de la dictadura cívico militar argentina (1976/1983) y representantes  de los pueblos originarios.

En el devenir de mi búsqueda artística he encontrado una forma a mi verdad, que descansa en la noción de testimonio. Con El Secreto (Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires, Argentina, 1995; VI Trienal de Arte Maidanek, Lublin, Polonia, 2000) abrí una gravosa puerta a una verdad, la de mi propia familia: su silencio, el mío, el exterminio al que mis familiares que permanecieron en Europa fueron sometidos durante la Shoá.

En el momento de producción de El Secreto no sabía que esta obra me permitiría realizar el duelo simbólico por los miembros de la familia que no conocí -a los que jamás podría olvidar- y que signaron el destino de toda la familia. El Secreto -una instalación poblada calcos de torsos y espaldas, rastros, huellas, para dar cuenta de quienes ya no están- devino en un trabajo creado como un ritual de amor y muerte. Cambió mi vida. Fue en el marco de esta creación que pude nombrar por primera vez en voz alta, uno por uno a mis seres queridos, devolviéndoles el derecho a tener una vida, y por lo tanto una muerte, evitando de ese modo que vuelvan a morir en el olvido y yo con ellos.

Durante años participé en encuentros nacionales e internacionales, compartiendo mi testimonio desde el arte, abordando lo inimaginable, lo impensable: el silencio. Viajé a Lituania y Hungría, a las ciudades de mis ancestros, Kaunas y de Budapest, para encontrar datos sobre mis familiares maternos y paternos asesinados durante el genocidio nazi. Con la información que recabé completé los datos de cada uno en las páginas testimoniales de los archivos del Museo del Holocausto en Jerusalén, Israelm para resguardarlos del olvido.

Pertenezco a la generación de los 30.000 desaparecidos. Me atraviesan las marcas que ha dejado el terrorismo de Estado en Argentina. En 2010 fui convocada a dibujar en los Juicios de Lesa Humanidad desde el IUNA (hoy UNA) por la agrupación H.I.J.O.S, ante la prohibición del Tribunal Oral N5 (T.O.FN5) de filmar o fotografiar las sesiones para proteger a los testigos luego de la segunda desaparición de Julio López. Junto a Paula Doberti conformamos desde ese año hasta la fecha el colectivo Dibujos Urgentes, creando desde el dibujo el registro en acción, documentos textuales y visuales en los Juicios de Lesa Humanidad.

En 2016 conocí a Juan Manuel Repetto en una entrevista periodística, en el marco de una exposición de Dibujos Urgentes. Luego él me convocó a realizar un documental acerca de mi vida. Realmente me tomó de sorpresa y me alegró entusiasmó. Vi sus películas, que me gustaron mucho, y acepté su propuesta. Desde entonces hasta la fecha hemos trabajado sin cesar para “Retratos de Eugenia”. Fue una experiencia muy enriquecedora, que agradezco a Juan Manuel y a su equipo, así como a mi familia y quienes sumaron su voz y presencia en el film.”