Palabras del director
“Puerto Deseado es el retrato de una cicatriz. Una cicatriz que aún duele, cada tanto sangra, que a veces tapamos para olvidar pero su presencia es ineludible. Filmar esta película fue ingresar en esa herida abierta y explorar un mundo desconocido con pericia y paciencia antropológica.
Tocar esa herida disparó inmediatamente reacciones de una sociedad que aún no digiere un trauma: “¿Qué vas a contar? ¿Qué opinas de Malvinas? ¿Qué vas a decir de los militares? ¿Qué mirada tendrás sobre la dictadura? ¿Cuánto sabes de Malvinas?
Sé de Malvinas que es proponer un diálogo incómodo, una historia difícil de contar y aún más difícil de escuchar. Esa incomodidad en lugar de expulsarme me atraía. Marcelo Wytrykusz es un personaje ruidoso, incorrecto, difícil de abordar, espinoso: de donde me proponía abordarlo me pinchaba y cortaba. Pero también es una persona atravesada por la historia, su sola presencia expone contradicciones en carne viva. Marcelo también me recibía en su casa cantando, sonriendo, contándome una intimidad al poco tiempo de conocernos, alguien que encontraba en su deseo de viajar un aliciente contra su dolor. ¿Cómo no querer hacer una película con él? ¿Cómo no querer documentar el sonido del portón que se abre, ruge y descubre una lancha que espera ser usada?
Los rodajes eran tensos, cortos, impredecibles y caóticos. Mi cámara no solo registraba a un hombre queriendo viajar, también registraba los ecos de un estallido, las esquirlas viviendo dentro de su cuerpo, el mar expectante…y sobre todo, unas islas lejanas pero omnipresentes, como un familiar querido que hace mucho no vemos pero el encuentro se siente inminente.
Nos tocó nacer en democracia, cuando la guerra ya había terminado, la sabemos de leerla, de los relatos de padres y madres, abuelos y abuelas, pero sabemos que somos la generación de la posguerra. Queremos entender cada día más qué legado nos pesa sobre los hombros y cómo pensarnos dentro de la historia de nuestro país. Creemos que este documental es para hacer memoria, necesitamos revisar a través del presente ese pasado reciente, debatir, dudar, replantearnos las preguntas y reinventar ideas, revisar prejuicios y discursos acartonados. Porque esta historia no es de libro, transcurre todavía, ahora, entre nosotros. No queremos que nos pase desapercibida.”