Pascual Del Vecchio dedica su vida a lo que ama, los olivos y la producción del aceite de oliva junto con su hijo menor Miguel. Un día, encuentra a su esposa Graciela teniendo sexo con su contador en el deposito y su mundo se viene abajo. El shock le provoca un colapso que lo deja en coma por varios días. Al despertar algo en él ha cambiado, Pascual está convencido que es un capo de la mafia. A partir de ahora todo aquel que se interponga en su camino será ajusticiado bajo los principios de la mafia Siciliana. Su hijo y mano derecha: Miguel, es el responsable de que sus órdenes se lleven a cabo.