Palabras de los directores
“Durante el rodaje compartimos con las personas mayores ensayos teatrales, anécdotas, recuerdos, fotos, canciones, chistes, miedos, caminatas y comidas, saltando por encima de las diferentes barreras que nos separaban, conformando una fuerza propia.
Con la explosión de la crisis del coronavirus mientras filmábamos en Tokio, los elementos ficticios y documentales siguieron multiplicándose en esta película híbrida que iba encontrando – en un ejercicio de cambio constante – su forma propia.
En medio de este proceso de creación compartida, que duró dos años, descubrimos la historia de Chiyoko y su lucha por salvar a su teatro de la destrucción y el Noh, que articularía nuestra película, desde su sentido íntimo y central: la lucha de los muertos por intentar poner remedio a conflictos irresueltos con los vivos. La belleza de los lentos movimientos del Noh y el yugen “un profundo y misterioso sentido de la belleza del universo, que recorre la melancolía de los vivos”, iluminó la búsqueda cinematográfica de nuestra película, desde sus diferentes niveles: la narrativa, el sonido, la fotografía y la luz, los cuerpos y sus voces (incluyendo la de los espíritus), que hizo de esta película un extraño ejercicio de amistad, creación cinematográfica y vida.
El encuentro con este universo lejano se había hecho de alguna manera propio”.