Matías y Jerónimo se conocen desde la infancia. Su amistad, una fuerte alianza, mezcla de juego y deseo, cambia la noche en que van al carnaval. Juntos presencian cómo un grupo de jóvenes le da una paliza a un chico gay detrás de las gradas. No dicen nada de lo que ven, y el silencio da paso a la distancia entre los amigos.