Palabras del director

“Cuando conocí al Doctor Esteban Rubinstein, me contó que se reunía habitualmente con otros médicos del Hospital Italiano en donde trabaja, para estudiar la obra de Nietzsche. La imagen de un grupo de médicos leyendo filosofía en un consultorio de un hospital nocturno y vacío fue un potente disparador para realizar esta película.
Inicialmente me preguntaba: ¿Cómo se podía relacionar la filosofía con la medicina general? ¿Cómo un filósofo muerto en Alemania hace más de cien años podía ayudar al tratamiento de un paciente que vive en el contexto de la Buenos Aires de hoy? ¿Cuál sería el perfil de estos pacientes que atraviesan este tipo de consultas tomando activas decisiones acerca del cuerpo y la salud?
Aquella confusión inicial se tornó en intriga y hasta fascinación. Volví a los viejos libros de Nietzsche que había leído en mi adolescencia y comencé a registrar las consultas entre el Doctor Rubinstein y sus pacientes. Las preguntas, se multiplicaron, pocas veces encontraron respuestas y hoy son parte de una película que habla de una medicina filosófica, incierta y extramoral.”