Palabras del director
“Hay una vieja película argentina que trabaja con la idea de los empleados robando dinero de su propio trabajo para dejar así de trabajar y ser libres: Apenas un delincuente, de Hugo Fregonese. Bauticé a Morán pensando en ese personaje, que también se llamaba así, pero las dos películas sólo comparten ese punto. Es un vínculo ligero con el viejo cine argentino. De alguna manera, mis películas anteriores estaban aisladas de la historia del cine argentino, y no me sentía cómodo con eso, así que en Los delincuentes quería dialogar con nuestra propia historia. La sociedad moderna nos ha empujado a vivir vidas que no queremos vivir. Hay obligaciones, obligaciones formales, obligaciones que nos despojan de nuestras libertades. Ahora, en tiempos de crisis económica, dependemos de las obligaciones más que nunca, pero también dependemos de la tecnología. Nuestra existencia se ha vuelto totalmente dependiente. La decisión de Morán nos invita a deshacernos de ese destino”