Palabras del director

“De pequeño, pasaba largas tardes con mi padre; ambos leíamos teatro y cada uno interpretaba un personaje. Durante las noches, solíamos ver películas y charlar. Siempre intentó cuidarme a su manera, hacerme reír, estar presente. Sin embargo, un día comencé a notar que mi padre no era como los demás padres. A medida que fui creciendo, empecé a percibir la carga emocional que pesaba sobre él, su incapacidad con el mundo laboral, con quienes le ofrecían afecto, consigo mismo y con la “realidad” real.

Siento que no llegué a conocer verdaderamente a mi padre, a ese Pablo del que todos hablan pero nadie puede restituir. Solo iluminan pequeños fragmentos de un fantasma. A través del relato fílmico, busco reconstruir, iluminar de una vez por todas la oscuridad. Deseo rearmar lo sano para poder reconstruir un vínculo saludable, para que esas obras de teatro que leíamos no sean simples personajes en mi memoria, sino un padre que le sonríe a su hijo en un recuerdo restaurado.”