Palabras del director

“Mi vida estuvo signada por un silencio que hablaba.
Debe ser por eso que hablo tanto, pregunto todo y me detengo en los detalles.
El silencio y yo sonamos al unísono, mancomunados y aliados, potenciándonos.

Cada silencio que acompaña mi vida, despierta una alarma.

El silencio de la Dictadura Militar Argentina (1976-1982), cuando desaparecieron mis 3 hermanos mayores entre otros 30.000, sigue siendo aún hoy la única respuesta.

El silencio del abuelo Ivan, de su verdadero origen y procedencia, y del destino de su familia, es una alarma que nunca pude apagar.

¿De donde era realmente el abuelo Ivan? “Las fronteras movían” fue siempre la respuesta de mi madre, antes de apartarse del tema.

El silencio del abuelo se escuchó por primera vez en 2015, año en que mueren mis padres. Entre ambas muertes, descubro el verdadero origen del abuelo Ivan, quien resultó que No era Alemán, ni Húngaro-Alemán, no era noble ni católico, y su familia no había fallecido en el castillo familiar por una bomba de la IIWW. El abuelo Ivan era de TRANSILVANIA, Rumania, y era Judío y su familia había sido asesinada en Auschwitz.

Como una caja de pandora y a la velocidad de la luz, los eventos se convirtieron en una experiencia y muchas emociones que documenté en tiempo real, y que hoy es mi opera prima, “Las Fronteras se Movían”.

Como cineasta, siento el profundo deseo de compartir esta experiencia sanadora de la verdad. “La verdad sana”, es el tagline que me identifica. Dar luz a casi 100 años de silencio y oscuridad. Lo importante no es lo que nos pasa, sino lo que hacemos con ello.”