Palabras de los directores

“El tema del nazismo ha sido tratado en múltiples películas, en diferentes partes del mundo. El objetivo de nuestro film no es aislarlo en el escenario de la Segunda Guerra Mundial, sino proyectarlo hacia el presente desde la metáfora cinematográfica. En La bruja de Hitler hablamos del nazismo persistente y cotidiano porque nos preocupa mucho el avance de la extrema derecha y el neo nazismo en el mundo en los últimos tiempos y sobre todo tras la pandemia.

Nuestro interés al escribir la película fue crear un universo casi fantástico-onírico por fuera de un contexto, precisamente para universalizarla, quitarle la coraza e intentar ir a su esencia ideológica. El nazismo como odio al diferente, como necesidad de exterminar lo que no es espejo de uno mismo, el nazismo como herramienta para la opresión de la diversidad y la construcción de una monocromía equilibrada y contenida. Donde el desequilibrio de las emociones, el vértigo por la existencia humana, la oscuridad del alma nostálgica, intenta ser aniquilada, silenciada, para imponer la supremacía de lo “correcto”, a aquello que responde a los parámetros establecidos como: bello, saludable, productivo.

Todo este trabajo tiene una fuerte investigación documental a partir de personajes y hechos reales, pero al convertirlo en un código ficcional nos permite ir al núcleo más íntimo del conflicto, a la esencia humana. El nazismo no ha desaparecido con la derrota del nacionalsocialismo en 1945 (ni nació con él) sino que ha mutado y persiste en nuestra sociedad. A veces es muy difícil entender lo que nos rodea y la mejor forma de hacerlo es el universo poético, sensorial y ficcional para poder percibir en los sentimientos de los personajes, conflictos propios que permanecen en silencio. Esa es la idea esencial de este proyecto.

La búsqueda estética tiene también una fuerte raíz documental generada a partir de la investigación y al mismo tiempo una variable más libre, onírica, que proviene de la subjetividad de los protagonistas de muy corta edad: Frida, Hans y Emma, quienes sufren en carne propia las consecuencias de una forma de pensar. Casi como una metáfora de la sociedad, tienen la posibilidad de rechazar o abrazar el mandato paterno y todo lo que ello conlleva.”