Hilda es la hija de un jerarca nazi que huyó de Alemania a Sudamérica al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Ella y su familia fueron apresados por el ejército ruso y condenados a vivir en Siberia en muy malas condiciones. Estudió y trabajó muy duramente en un hospital militar, hasta lograr jubilarse con la ilusión de, algún día, poder viajar a Argentina para encontrar información sobre su padre.