Palabras del director

“La película es una observación sobre la forma en que somos representados, específicamente como fueron representados los nativos norteamericanos a través del género internacionalmente difundido y conocido como el western, donde habitan miles de clásicos como John Wayne, Clint Eastwood, Sergio Leone, Tarantino, John Ford, y muchísimos más.

En realidad, todo ese aparato monumental e industrial que generó enormes cantidades de dinero y trabajo, ¿contribuyó en algo con los protagonistas de esa época, con los que habitaban esas películas? Los hombres y mujeres de esos pueblos de frontera, ¿eran realmente como se los veía en esas películas? ¿Cuáles eran sus dificultades diarias y cuáles son las de hoy en día? ¿Cómo viven los que primero pisaron suelo americano y sus descendientes?

En base a estas preguntas y otras, fue que decidí seguir explorando eso que inicié con Jauja. Por qué alguien como yo, hijo de un pampeano y de madre con padres españoles, decide y siente que hacer un western forma una idea imprescindible para realizarse como cineasta latinoamericano? Es una pregunta que me hago a diario. Quizás lo que más me interesó al abrir esa puerta que titulé Eureka fue la experiencia de viajar y empatizar con la reserva Pine Rigde, en Dakota del Sur, Estados Unidos.

Quizás también me interesó el hecho de poder adentrarme en el Amazonas y analizar los contrastes de una cultura y otra, y poder hacer conexiones audiovisuales entre las diferencias climáticas, de sus rituales diarios. Y también poder reflexionar sobre cómo vivimos en Latinoamérica, donde siento que nos contamos sueños a diario, pensando que algún día podrían volverse tangibles. Y donde, pese a todo, seguimos agradecidos de que el clima nos permita seguir respirando”.