Emi

Emi, de 18 años, vive con sus padres Mariana y Darío, en un barrio cerrado en los suburbios de Buenos Aires, al costado de una autopista. Todavía recuerda algo de la etapa anterior a su adopción. Imagina cómo habrá sido la separación de su casa de origen por la policía, el deambular por los pasillos de algún juzgado. Ocultando cierta información a sus padres, Emi trabaja hace un tiempo en la reparación de motos con Rodo, un hombre que tiene un taller en el garaje de la casa en un barrio de clase obrera. Allí, Emi tiene un accidente y se vuelve inevitable que su secreto salga a la luz.