Palabras del director

“Desde hace ya muchos años que la Patagonia es el escenario de la elección de nuestras películas. Cuando uno tiene el privilegio de recorrerla y, por una u otra razón, poder trabajar en estas tierras, uno nunca deja de sorprenderse, no solo de las increíbles bellezas naturales, sino de encontrarse con historias de vida y personajes que cada uno amerita hacer una película. La Patagonia aun resguarda esa mística que seduce a propios y extraños y que en lo particular me invita una y otra vez a visitarla. En este caso es nuevamente la Península Valdés la que atrapó mi atención. Esta vez el objetivo no fueron solo las ballenas, que siempre seducen e impresionan a todos, sino las personas del lugar, que por sus trabajos y elección de vida conviven a diario con ellas. Con el correr de los años ellos son los que tienen un conocimiento profundo del lugar y experiencias extraordinarias que terminan siendo verdaderos protectores de una de los santuarios naturales más impresionantes del planeta. Este es mi homenaje en una película para todas aquellas personas que cotidianamente y sin especulación, cuidan lo que es de todos.”