En el viaje que la lleva a Chile, durante una escala en Buenos Aires, María, de 31 años, reconoce un aire familiar en la música que escucha y comienza a tararearla. Ella no habla una palabra de español, pero sin entender lo que canta, recuerda las palabras. Incómoda y un poco confundida, interrumpe su viaje y se queda paseando por una ciudad que no conoce.