Notas de la directora

“Esta historia surge a partir de ciertas conversaciones en torno al feminismo y la necesidad que nos surge de complejizar dicho concepto. Tanto yo, como directora del proyecto, como les guionistas con los que lo escribimos, creemos y valoramos este momento histórico que estamos viviendo en relación a los derechos de la mujer.

¿Por qué no contar una historia que tenga el mismo recorrido, pero que sea atravesada en un momento por una mujer y luego por un hombre? ¿Qué cosas cambian en relación a la particularidad de cada género? ¿Qué cosas nos igualan? ¿Cómo se pone en juego el afuera, la mirada de los otros?

La película surge de la necesidad de repensarnos en relación a los vínculos y en relación a qué se espera de cada género en función de los roles de padre, madre, pareja. Y esto nos llevó a preguntarnos sobre la idea de familia y matrimonio.

El camino que encontramos para contar esta idea propone una estructura muy particular que, de alguna manera, condiciona y provoca ciertas ideas de puesta en escena. Dicha estructura se propone como un espejo, donde se suceden dos historias muy similares: una estará protagonizada por Natalia, la otra por Pablo. De alguna manera una es la contracara de la otra. Las historias serán muy parecidas, pero habrán claras situaciones y acciones que darán variaciones a los conflictos planteados. El objetivo de estas variaciones es invitar al espectador a reflexionar o al menos a hacerse preguntas sobre las cuestiones de género.

Me entusiasmó mucho la idea de trabajar con Joaquín (Furriel) en un registro totalmente diferente al cual se lo suele ver en el cine, poniendo el cuerpo a un personaje y un conflicto enfocado en las relaciones humanas y en descubrir los matices que hacen a la complejidad de los vínculos familiares. Pudimos hacer un proceso largo de ensayos en donde su gran compromiso actoral y su genuino interés en la historia y sus temas hizo crecer un montón al personaje que estaba planteado en el guion. Siempre me interesó mucho el trabajo de ensayos con los actores y todo lo que puede surgir del cuestionar al guion y a los personajes en este proceso. Fue una hermosa experiencia transitar este camino con él.

A Marina (de Tavira) la conocía principalmente por su actuación en el film Roma y me pareció muy interesante trabajar con una imagen nueva para mí. Lo que más me impactó en los primeros encuentros con ella (vía zoom) fue la comprensión de la temática de la película, del material y del conflicto y del personaje. Enseguida nos entendimos pudiendo profundizar en los temas que atraviesa el personaje como mujer, madre e hija. Nuestras charlas me hicieron dar cuenta de que un tema que a priori parece tan argentino (la mirada feminista y su fuerte impacto en la sociedad actual ) es algo completamente universal”.