Palabras del director

“Mi objetivo como director de la película fue narrar de manera simple la profunda crisis que sufre el personaje de Arturo, a quien se le diagnostica una enfermedad muy grave. Esa circunstancia modifica sustancialmente sus vínculos familiares y lo obliga a un replanteo en su rutinaria manera de vivir. Los recursos para contar esa historia, la enfermedad de Arturo y el inevitable impacto en su entorno, debían evitar el artificio y concentrarse en lo medular: alguien que gradualmente va comprendiendo que pudo haber tomado mejores decisiones, que no fue amoroso con sus seres queridos, que desperdició gran parte de lo bello que le ofrece la vida. Nada ocurre en la historia que no sea común a la experiencia de todos nosotros, que en algo seguramente nos parecemos a él. Es una película encuadrada en el género de historias de redención. Porque con dolor y pena, pero con convicción y alegría Arturo comprende, tardíamente pero finalmente no tanto, que lo mejor de la vida está en nuestros vínculos familiares.”