Palabras de la directora

“Distintas variables existenciales conspiraron para que repitiera el camino de mis ancestros, emigrados durante el siglo pasado desde Siria.
Entre 1990 y 2003 viví en Alemania. Seguramente tenía una huella en algún lugar de mí misma, esa que referenciaba la experiencia de rehacerse en una geografía radicalmente diferente de la propia.
Nada que no conozca cualquier migrante.
¿Cómo se viven los acontecimientos significativos de la sociedad que dejamos y aquellos de la que adoptamos transitoria o definitivamente? Un archivo emocional, racional, una trama particular ajustada a la propia biografía busca su lugar en la memoria y el corazón.
Migrar supone una redefinición de la propia identidad. Nuestra cabeza se transforma en una caja mágica que repite todo aquello que pensamos y sentimos hasta que logramos expresarnos para que los otros nos conozcan y nos entiendan.”