Texto del catálogo del Bafici
Dolores Fonzi hace una película alrededor de una familia. Mejor dicho, la familia está a su alrededor. No de ella sino de Blondi, el personaje impetuoso, vital y fascinante al que da vida. Y dar vida en este caso es una expresión justa. Blondi, película y personaje, están animados por ese espíritu superior de los films que caen en gracia por mérito de la franqueza, del cuidado de los personajes, de actuaciones fulgurantes. Por obra y gracia –y gracias– de situaciones y chistes repentinamente precisos, de canciones que hacen justicia a los estados de ánimo, de emociones genuinamente conseguidas sin ninguna trampa, y por centrarse en un personaje con mucho vivido y mucho por vivir, Blondi no es meramente una película personal sino una con personalidad. Nada menos.
─Javier Porta Fouz