Palabras de la directora

“El documental en principio se iba a basar en la vida de Ángela Vanni -la abogada que aparece en la película- pero a medida que fuimos investigando se abrió el universo del archivo de la memoria trans y aparecieron personas que hoy también están: Velen Correa, Martita, Marcela la rompecoches… y definimos en ese momento que queríamos contar una historia más coral sobre la resistencia de esa familia y de su colectivo durante la represión y terrorismo de estado vivido por las chicas en los 90s.

Pero lo que nos llamó la atención es que todo el tiempo estaba presente Pía Baudracco, de quienes ellas hablaban muchísimo. Conforme fuimos desarrollando el documental, a lo largo del tiempo, (nosotros ganamos el concurso Incubadora del Incaa) el título que decidimos fue “Album de familia”.

Cuando empezamos a hacer la investigación de archivo -que duró mucho tiempo- apareció una guionista, Paulina Bettendorff, que nos trajo la preponderancia de Pía Baudracco en la vida de todas estas mujeres apareciendo en sus historias, fotos, notas y archivos de televisión. Por mi parte, vi una nota en youtube en donde ella misma contaba su vida y quedé completamente magnetizada con su presencia, su claridad, su encanto… Luego, Maria Marta Aversa con quien ya habíamos establecido un vínculo de amistad, empieza a concretar y darle forma al archivo biblioteca de Claudia Pia Baudracco.

Nos instalamos los sábados a filmar el trabajo del armado de ese archivo en la casa de Marta. A medida que ella armaba este archivo y escribía su libro sobre Pía, se cristalizó que la película era sobre Claudia y tuvimos la necesidad de contar su historia. Por supuesto, sin dejar fuera del relato a las otras chicas.

Además de tener una importancia y relevancia urgente, me parecía un personaje muy atractivo, lleno de contrastes, magnético. Me enamoré, imaginaba como hubiese sido conocerla, en su vida había no una, sino varias películas.

Pía fue una visionaria, una fuerza arrasadora en permanente metamorfosis que cambió la vida de su familia, de su colectivo y también la nuestra a lo largo de todo el proceso de rodaje. Pero además era una persona inclasificable, capaz de dar vuelta su vida por completo, movida por un deseo urgente y por la plena conciencia de su propia finitud. Sin tener expectativa de vida para sí misma, trabajó de forma incansable para darle posibilidad de futuro a sus compañeras.

Mi deseo es que con esta película la enorme fuerza transformadora de PÍa se siga expandiendo y dando fuerza a sus compañeras para seguir conquistando derechos, especialmente en este momento.

Esta es mi primera película documental y hacerla representó un desafío enorme para mí por diversos motivos, desde que no soy documentalista, pasando por la complejidad de la historia hasta la escasez de recursos para la producción. Pero la hicimos porque creo firmemente que esta historia merece ser contada por la potencia del pensamiento de PÍa.

Vivimos la consagración feroz de un individualismo fanático, pienso que Claudia con su experiencia trae la posibilidad de vislumbrar una política comunitaria, interseccional. La potencia del deseo de la comunidad por sobre el individual.”