Polvorientos, cercados por la sed, vestidos con sus mejores ropas, Julia y Armando cruzan a pie el desierto patagónico. Cazan, hacen fuego y duermen a la intemperie. Lentamente ese cautiverio al aire libre se ha ido transformando en una prueba de supervivencia. ¿Por qué esa vida impensada sería menos deseable que la de días atrás, cuando Julia trabajaba como camarera en el casino de una ciudad petrolera?