Palabras de los directores

“Los dos directores de la película somos nietos de inmigrantes judíos. Crecimos escuchando historias de nuestros abuelos que hablaban de un judaísmo que no se parecía en nada al que nosotros conocíamos. Al principio, nos parecía que esas historias no eran más que una romantización del pasado. Pero cuando empezamos a investigar sobre la música klezmer para este documental, descubrimos que había algo más. (…) Durante el rodaje, los paisajes y pueblos ucranianos eran tranquilos y austeros. La guerra que estalló en Ucrania dos meses después de nuestro regreso nos dio la certeza de que todo lo que habíamos conseguido filmar también dejaría de existir. (…) Sin saberlo, durante esa parte del rodaje estuvimos ante una Ucrania que estaba a punto de desaparecer y transformarse drásticamente (…) Este documental propone rescatar la memoria de esta cultura [ídish] en vías de desaparición a través de las historias que guardan esas melodías.”