A la gorra (2002)

Buenos Aires nos muestra una innumerable cantidad de artistas callejeros, como muchas grandes capitales del mundo. Con la diferencia que a fines de los noventa, Buenos Aires marco los mas bajos indices de turismo nacional e internacional. La desocupacion y la pobreza llegaron a valores alarmantes. Y en este contexto cientos y cientos de artistas callejeros continuaban con su vocacion y necesidad de expreserse y ganarse el pan.